Las personas con discapacidad han sido uno de los tantos grupos que por sus características diversas se han convertido en objeto de discriminación, exclusión e incluso eliminación. Como bien sabemos alrededor de este concepto se han generado diferentes concepciones y actitudes que de una u otra forma han afectado el desarrollo óptimo e integral y su participación en los diferentes ámbitos sociales, educativos y culturales; dichas concepciones son el resultado de un devenir histórico que ha dejado como herencia prejuicios, intolerancia y poco respeto frente a la diferencia, considerando a la persona con discapacidad como un ser "anormal" que se sale de los parámetros sociales y de un imaginario ideal de sujeto. De igual forma se centra en el individuo como único responsable de su condición (déficit), ignorando el rol fundamental del contexto, quien se ha encargado de generar barreras para la participación y el aprendizaje de esta población. Desde esta perspectiva se han ido creando concepciones y mitos erróneos sobre la discapacidad que generan un actuar inadecuado por parte de la sociedad.